PROPÓLEO

Se tiene conocimiento de que el empleo del propóleo en diversas afecciones data de miles de años. Fue utilizado por los egipcios, griegos y romanos. Actualmente el propóleo ha despertado un gran interés en científicos de todo el mundo, ya que ha demostrado una potente actividad biológica, desde el punto de vista terapéutico y nutricional.

El propóleo, según han demostrado varios estudios científicos, posee muchas propiedades medicinales, entre las que se le reconocen: antibióticas (fungicida y bacteriana), cicatrizantes, antiinflamatorias, analgésicas, antialérgicas, epitelizantes y anestésicas, entre otras.

Esta sustancia resinosa, de color verde o casi negro, que obtienen las abejas de las yemas y cortezas de algunos árboles como el abedul, sauce, castaño, roble, pino, cerezo y algunas plantas herbáceas, también contiene provitamina A, vitaminas del grupo B (especialmente B3), aminoácidos, minerales y bioflavonoides (vitamina P).

Las abejas utilizan el propóleo para cubrir herméticamente las paredes de la colmena y así protegerla de virus, hongos y bacterias.

Por lo general, se usa para tratar afecciones de las vías respiratorias, como catarros, gripe, sinusitis, otitis, laringitis, bronquitis, asma, neumonía, influenza; y de la piel, como abscesos, forúnculos, verrugas, grietas, eccemas y herpes zóster.

Un grupo de investigadores del Albert Einstein College of Medicine de Nueva York publicaron en 1997, un trabajo donde mostraron la capacidad del propóleo y su efecto inmunoestimulante, según publica el doctor Walter Fierro Morales, médico internista y apiterapeuta, en su trabajo Evidencias científicas del propóleo desde el punto de vista médico1.

El empleo del propóleo tiene muchos beneficios sobre diferentes partes de nuestro organismo, principalmente:

  • Aparato digestivo: nos ayudará a regular el apetito, regenerar las úlceras y, además, es un buen protector hepático.

  • Vías respiratorias: Al ser un antibiótico natural, ayuda a prevenir y recuperarse de las enfermedades respiratorias.

  • Aparato circulatorio: Es vasodilatador e hipotensor, disminuye la fragilidad capilar, inhibe la oxidación del colesterol y ayuda a normalizar la presión arterial.

  • Propiedades dermatológicas: Es un cicatrizante, desinfectante, antiinflamatorio natural, y se emplea para problemas en la piel y como fungicida.

  • Propiedades odontológicas: Ayuda a mantener la salud de la boca, estimula la generación de esmalte dental, impide la formación de caries y placa bacteriana, y favorece la curación de las aftas bucales.

Para su conservación, almacénalo en un lugar seco y fresco, alejado de la luz, y mantén el recipiente bien cerrado, para que no pierda sus propiedades.